A la hora de comprar una vivienda generalmente se necesita ayuda económica, que suele venir en forma de hipoteca bancaria. A no ser que se cuente con unos importantes ahorros o tengamos ayuda de familiares o allegados que nos faciliten su compra, aunque suele ser el menor de los casos. En cualquier caso, si optamos por el préstamo bancario en Madrid, debes saber que no estará exento de una serie de condicionantes para que puedan concedértelo, como por ejemplo tener unos ingresos justificados y cierta capacidad de solvencia. Por ello, en este punto a veces también es necesaria la ayuda de familiares o amigos que nos avalen, si nuestra situación dista de la que no exige el banco.
La alternativa a los préstamos bancarios
Pero aún así, si recibimos la negativa del banco, existe otra alternativa que ha ganado terreno en los últimos años debido a la crisis y a las necesidades de dinero urgente. Se trata del préstamo hipotecario con capital privado. Y es que estos préstamos generalmente te permiten tener más dinero o disponer de él en un menor tiempo, pero no sin objeciones. Una de ellas, quizás la más importante, es que deberás disponer de al menos el 50% del total de la compra de la vivienda en cuestión, más los gastos que se generen (notaría, registro, gastos de operaciones, …), puesto que no te concederán un préstamo mayor.
Del mismo modo, también tendrán presente si estás en alguna lista de morosos como ASNEF, RAI O CRIBE, tienes propiedades embargadas, en subasta o con alguna reclamación jurídica o un gran número de deudas. Ten en cuenta que tienen que comprobar que serás capaz de devolver el préstamo sin mayores dificultades. A cambio puede que tengas que pagar más intereses. Es el precio de esas facilidades a las que puedes optar. En cualquier caso, es una solución más, que bien estudiada, puede ser la oportunidad que necesitas en ese momento. En este sentido, es importante que recurras a profesionales de confianza para que te ofrezcan opciones, ya que son numerosas, como podrás comprobar si echas un vistazo en Internet, pero no todas son adecuadas. Es más, una mala elección puede perjudicar más que beneficiar a tu economía.